¿Qué pasó con aquel quien?
Siempre me pregunto qué pasó con esa persona que contaba
ser, pero aunque la formule, sé que la excusa floja y sin fundamentos recurre a
la emergencia siempre. "Madurar" es una palabra corta para el escape
de emociones que sucedió antes, o peor que no sucede ahora. Sé que jamás me
explico concretamente, pero ese es el secreto, que empiece el
"entrelinear".
A pesar que la secundaria sea un periodo fugaz, siempre creí
que aquel amor neto, verdadero y puramente experimental llegaba durante esos
años. Soñé con cartas con colores y escarchas, poemas con faltas ortográficas y
regalos mes a mes que salía del ahorro de la mesada. Y todo entre chismes y
aliento de aquellos amigos verdaderos. Pero en mi caso nunca pasó, no más que
un verano que sólo ese tiempo fue y no duró. Sé que suena triste pero; lo
deseaba, sin saberlo, y ahora que jamás sucedió, me arrepiento mucho.
Aunque abrirme a alguien por completo, como yo jamás predije
está pasando; y me pregunto ¿ya es tarde para aquella fantasía adolescente?
¿Será que alguien consumió aquel fuego y tengo que pagar el precio de llegar
tarde, será que ese sentimiento fue más fuerte que el mío, será que es tonto
desear algo que para muchos sonará infantil...? Tal vez soy una romántica
empedernida en secreto, que pasó su vida formando mundos alternos y lejanos al
nuestro, y espera más de esta pobre realidad.
No malinterpreten lo que digo, la transformación de mis
letras nunca expresan nada. Sólo me pregunto dónde quedó y permanecerá aquella
fantasía o se asfixiará día a día con el tiempo y la edad.
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